Creo que a estas alturas, y gracias a la invasión hace unos años de las patatas Hasselback en Instagram, ya no hay nadie que no sepa de esta preparación, ¿no? Si todavía no las conoces, déjame que te cuente que la palabra viene del sueco, precisamente de donde es originaria esta manera de hornear patatas. El nombre salió del restaurante Hasselbacken en Estocolmo donde se crearon por primera vez.
A mí me encantan las patatas preparadas de cualquier manera: al horno, fritas, en puré, usadas para hacer gnocchi, al papillote o simplemente hervidas como acompañamiento de pescado (una de las maneras más típicas de comerlas en Galicia). Pero, las patatas estilo hasselback es desde luego una de mis preparaciones preferidas porque salen súper crujientes y siguen siendo igualmente fáciles de preparar. Podría comerme varias de una sentada pero como más me gustan es como guarnición de algún plato de carne o pescado.
Suelo hornearlas echándoles por encima un poco de aceite de oliva virgen extra o mantequilla derretida. En esta ocasión les he dado mi toque personal y he preparado a mayores un aceite de cilantro para añadírselo cuando ya están listas y fuera del horno.
INGREDIENTES
6 patatas con monda fina
AOVE o mantequilla derretida
Cilantro fresco
Sal Maldón
Pimienta roja recién molida
Opcional: Media guindilla picada
PREPARACIÓN
Empieza por calentar el horno a 180ºC. Ahora coge cada patata y corta finas láminas pero sin llegar hasta el fondo para que queden como en la foto. Colócalas en una fuente con papel de horno y con la ayuda de un pincel, échales aceite de oliva (o mantequilla) a cada una por encima y hornea durante unos 50 minutos.
Mientras tanto pica el cilantro finamente, añádelo a un cuenco pequeño y vierte AOVE, la pimienta y la guindilla ya picada. Mezcla bien. Retira las patatas del horno, añade por encima el aceite de cilantro, la sal y sirve.
Buon appetito!
Otras guarniciones aquí
