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Carlota Fariña

CUATRO DÍAS EN PRAGA

A finales del mes pasado, me fui de escapada a Praga durante cuatro días, y ahora una vez ya de nuevo en casa, no podía hacer menos que escribir un post completo en el blog. Aquí os cuento mis ideas para moverse por la ciudad, disfrutar de sus vistas desde lo alto, sus monumentos, su gastronomía y lugares perfectos para sacar fotos.

Intentaré que esta entrada responda a todas vuestras dudas y sea lo más útil posible para organizar una visita a la capital checa.

 

Antes de nada quiero empezar diciendo que la elección del mes en el que fuimos, enero, fue totalmente intencionada. La ciudad estaba ya entre mis visitas obligadas y hacía tiempo que la quería visitar. Lo que tenía muy claro es que no lo haría en plena temporada alta, cuando está tan llena que vas tropezándote con turistas por la calle.

¿Y cuál es la temporada alta? Pues según varios alumnos checos que he tenido en los últimos años, y lo que pude leer en internet antes de ir, es muy larga.

Momentos para evitar: alrededor de San Valentín, Semana Santa, primavera, verano, principio de otoño y Navidades (a no ser que quieras ir a los mercados navideños) y cualquier festivo español en general.

Con este panorama parece que no quedan muchas opciones, ¿verdad? Todos me recomendaban ir después de Navidades (mediados de enero pues ellos también celebran la Epifanía y hasta hacen la Cabalgata de Reyes) o en noviembre. Así que nos fuimos a finales de enero y aún así encuentras bastante turismo. Lo bueno es que las colas son casi inexistentes teniendo que esperar no más de un par de minutos.

Cómo llegar desde el aeropuerto

La más rápida y conveniente sin duda alguna es coger el bus 119 y bajarte quince minutos más tarde en la parada Nádraží Veleslavín, que tiene coincidencia con el metro. Depende de donde te alojes ya podrás moverte a partir de ahí. Es sencillito puesto que Praga solo cuenta con tres líneas. Nosotros estábamos en un hotel en el centro y en total desde el aeropuerto hasta el alojamiento nos llevo 35 minutos.

El coste en total es solo de 32 coronas (menos de 2€)  y el billete se compra en la misma parada del autobús y sirve también para desplazarte después en el metro.

Moneda

El euro se acepta prácticamente en casi todos los sitios pero mi recomendación es cambiar lo mínimo indispensable por si quieres usar el transporte (necesitarás monedas para ello). Para el resto cogen la tarjeta en cualquier lugar.

Alojamiento

Praga se divide en 8 zonas y mi consejo es que te alojes lo más céntrico posible. Si bien el transporte funciona muy bien, en esta ciudad disfrutarás de ir caminando a todas partes porque los barrios y edificios son imponentes. También existe el tranvía que funciona genial y el número 22 además llega hasta la zona del castillo.

Nosotros nos alojamos en un pequeño hotel boutique, Design Jewel Hotel, en la Ciudad Vieja, en una de sus habitaciones con vistas a esas calles tan bonitas de las que os hablo. El desayuno estaba muy bien, con opciones buffet y a la carta con platos checos e internacionales.

Además nos gustó mucho el hecho de que faciliten un handy gps, para cuando quieres ir a tiro fijo a un punto concreto en vez de callejear.

Gastronomía

Son famosos por consumir numerosos platos de carne, ya sea en su casa o en un restaurante, y por otro lado, por ser los mayores consumidores de cerveza a nivel mundial. Pincha aquí para leer sobre la cocina checa y mis 5 lugares favoritos para comer y beber en Praga.

Propina

Cuando leía opiniones de cafés y restaurantes, la mayoría de la gente se lamentaba de este tema. Te cuento entonces, para que vayas ya con sobreaviso, que en Praga es normal dejar el 10%.

En los lugares más lujosos no os lo dirán pero en las tabernas locales cuando os traigan la cuenta os soltarán un “la propina no está incluida y suele ser del 10%”. De primeras hay que reconocer que es chocante, sobre todo teniendo en cuenta que son bastante secos y no suelen “trabajarse” ese extra de amabilidad como en otros países.

Sé que este tema es controvertido, y puede no gustar a muchos, pero no te amargues la estancia y vete mentalizado para dejar como mínimo esa cantidad.

Indispensables para visitar

Nuestra primera parada fue la Torre del Reloj en la preciosa plaza de la Ciudad Vieja. Para llegar hasta arriba puedes usar la rampa o el ascensor (incluido en la entrada). Lo que puede parecer una “turistada”, créeme que no lo es porque disfrutarás de las mejores vistas de la ciudad. Nosotros tuvimos la suerte de que nevaba desde la noche anterior, así que todos los tejados estaban cubiertos de nieve y las fotos nos salieron aún mejor.

A cada hora en punto, ya desde la plaza, podrás asistir al  tradicional desfile de los 12 apóstoles en las ventanas superiores del reloj y un esqueleto que tira de la cuerda durante el mismo. Aquí os dejo un vídeo:

Reloj Astronómico de Praga

Una de las imágenes más famosas de Praga es también el famoso Puente de Carlos que atraviesa el río Moldava. En su día fue paso de carruajes pero ya desde hace años es exclusivamente peatonal. Para una buena vista y una foto del puente entero con el río y los cisnes, dirígete a la orilla noroeste en la calle Chihelna.

Otra visita que no puedes perderte es el área del Castillo de Praga, el más grande del mundo, y que fue construido en el siglo IX. No esperes encontrar un castillo típico porque esta zona se compone en realidad de más de 60 edificios, entre ellos un palacio, una catedral, una basílica y varios museos. Todos están conectados entre sí por unas callecitas muy pintorescas, incluyendo el famoso Callejón de Oro. Además de orfebres y soldados, aquí vivió la hermana de Kakfa, donde él mismo escribió uno de sus libros, o la adivina Madame de Thebes, que predijo la caída del régimen nazi y fue asesinada por la Gestapo.

El Barrio Judío o Josefov, es otra de esas zonas que no deberías perderte. Para empezar conservan todavía seis sinagogas y un cementerio judío que impresiona mucho. Existe una entrada combinada para visitarlo todo, y que os recomiendo que hagáis.

Una de las más famosas se llama Pinkas y en sus paredes están escritos los nombres de los más de 77.000 judíos checoslovacos que fueron asesinados por los nazis. La mitad de ellos murieron en el campo de concentración de Terezín, a 60 km de Praga. Existen excursiones que parten desde el centro o puedes visitarlo por tu cuenta con autobuses que salen desde la estación de Nádraží Holešovice. Se trataba de un campo de transición por donde pasaron también personas procedentes de Minsk y de las Repúblicas Bálticas.

Otros lugares que visitamos y también os recomiendo son la fortaleza y el parque de Vyšehrad o el barrio de Nové Město con la plaza de Wenceslao y la Casa Danzante.

¡Espero que este viaje a través de la ciudad de Praga os sea de utilidad para poder organizar el vuestro!

 

 

Fotos: Carlota Fariña

Todas las fotos de este post han sido hechas con Iphone XS

 

 

 

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