En casa nos encanta la guindilla. No hay duda alguna de ello. Basta con entrar en la cocina y verla enseguida, ahora ya, en el mortero gigante que compré hace unas semanas. Y lo que es más, me encanta meterlas en cremas. El toque de picante que da es perfecto para días lluviosos como estos y en esta crema de zanahoria y curry no podría ir mejor un poco de guindilla.
De hecho mientras escribo me la estoy saboreando con gran gusto. Fuera llueve y hace algo de frío, así estamos desde hace días. Está claro que el otoño ha pasado de largo y nos hemos plantado directamente en el invierno, pues en tan solo un par de semanas ya nos han dejado atrás tres temporales.
Al mismo tiempo, estoy buscando hoteles en Praga. ¡Sí! ¡Nos vamos a Praga! Llevaba tiempo queriendo ir a esta ciudad pero en temporada baja y por unos compromisos u otros al final pasaba el tiempo y me veía de nuevo en primavera o verano. ¿Por qué en temporada baja? Pues porque casi todas las personas que han estado es de los primeros consejos que me dan: “Carlota, no vayas en temporada alta. Es agobiante”.
La última vez que me dijeron algo así fue durante nuestro viaje a Bali el pasado mes de junio. Había una mujer praguense en nuestro hotel con la que un día estuvimos charlando largo y tendido sobre su ciudad. Al ver claramente mi entusiasmo, y que no me importa viajar en meses de frío, me aconsejó que fuera en enero, febrero u octubre.
Así que mientras esta crema se cocinaba, Thomas y yo estábamos reservando los vuelos para nuestro próximo destino. Si alguien quiere darme sugerencias sobre alojamientos o lugares auténticos donde comer, os agradecería mucho si me los escribís más abajo en comentarios. Mientras tanto os dejo con esta receta que espero que disfrutéis.
INGREDIENTES para 2 personas
8 zanahorias
2 patatas pequeñas
1 puerro
1 cebolleta
2 cdas. curry
2 cm jengibre fresco
75 gr mantequilla
1 guindilla grande
Sal al gusto
PREPARACIÓN
Pela todas las verduras y corta en rodajas la zanahoria, la patata y el puerro. Ponlos en una cacerola, añade la mantequilla y mezcla todo bien con el fuego a media potencia. Un par de minutos después llena de agua caliente hasta cubrir las verduras, añade la sal y mezcla.
Lleva casi a punto de ebullición pero sin que hierva a fuego medio-alto durante 30 minutos o hasta que las verduras estén tiernas. Pasa por la batidora y sirve. Encima añade el jengibre exprimido y la guindilla picada.
Buon appetito!
